Con el próximo y súmamente aplazado lanzamiento de STRETTO, mi blog (muy) personal, el sonoblog ha quedado reservado para el progreso de mi trabajo en materia de las tecnologías abiertas, la creación colaborativa y comunitaria de contenidos a través de Internet y otros medios, y el ámbito de las artes y la promoción cultural.

Espero queridos lectores que toleren por supuesto los embates de la vida personal que marquen el progreso de esta iniciativa mía, hija de las desveladas y el stress de la creación; pero bueno, así es la "vida de artistos" (aeth. op. cit. Cortázar).

Vienen fuertes renovaciones en mis espacios electrónicos, mismas que les pido de corazón puedan estar visitando.

Marcel L'Herbier es sin duda uno de los directores consenditos para el sonoblog, en el quehacer de las grandes pantallas francesas de los años treinta. No quisiera decirlo así, pero L'Herbier resulta uno de los pioneros de múltiples recursos de la narrativa cinematográfica.

No hablaré más de él porque la verdad he visto a penas unas cuantas de sus películas; en total son más de 50 según el siempre impreciso IMDb. (Guardo un recuerdo increible de alguna vez que llegué tarde al Cine Club Música, y me recibió un emplazamiento maravilloso en grúa sobre el rostro de Gaby Morlay.)

Pues aquí, una realización de L'Herbier filmando a otro mounstro: el pianista Alfred Cortot. Sobre él poco hay que decir... la ejecución será suficiente información. Los une la deliciosa realización en 1936, de una cinefonía de E. Vuillermoz, un alumno de Ravel por cierto. El motivo, tres de las seis piezas de la suite para piano solo de Claude Debussy, Children's Corner (El Rincón de los Niños).

Una noche La Pérez y yo lloramos cuando lo vimos. Hoy lo publico en el sonoblog para compartirlo con mis lectores apreciadísimos siempre, y con toda la Arena. Que sirva de celebración tardía del 30 de abril ;-)

Hace ya varias semanas que terminó la Conferencia Mundial del Cineclubismo con resultados que superaron con creces nuestras expectativas. Uno de ellos y sin duda uno de los pilares generados en el evento fue la expedición de la Carta de San Ángel, un documento en el que las organizaciones participantes, hacen compromisos explícitos en la toma de acciones para la promoción de la Cultura del Cineclubismo EN EL MUNDO, pero sobre todo para el sur global.

El documento tiene muchos intereses que condensa en 13 puntos. Aplaudo mucho la serie de consensos que se generaron a partir de la mesa de nuevas tecnologías y licencias, que se ven claramente en algunos puntos.

A propósito de mi presencia en los estudios de CINEMANET, me solicitaron improvisar un resumen de la Conferencia Mundial del Cineclubismo, como parte de la emisión dedicada al balance del Festival Internacional de Cine Contemporáneo (FICCO), que puede escucharse en el Episodio 203 de su podcast.

Agradezco muchísimo a Roberto la invitación a este programa sobre el FICCO, y celebro también el segundo programa que se transmitirá próximamente (y que ya grabamos), en el que me han entrevistado sobre mi investigación historiográfica en torno a la música del cine de los primeros tiempos. En cuanto se publique también lo notificaré a través del sonoblog.

...versa así el último envío súper personal, privado y visceral del sonoblog:

"...este equinoccio. Devóralo si resulta más memorable. Si es preciso abandonemos el solsticio...más allá de la órbita, y fuera del alcance de todo telescopio. Mientras, devora el equinoccio si es que nada tiene mío."

Este blog se parte oficialmente en dos el lunes 24. Sigan ahora stretto, mi verdadero blog MUY personal, de aspiraciones literarias, inciertamente auto-biográfico, rebuscado y sobre asuntos "privados".

De ese modo, los arrebatos pasionales y literarios (más constantes que cualquier otro) sólo se expondrán en ese nuevo espacio, dejando así el espacio público y ensayístico para el sonoblog. De este modo busco una línea editorial más sólida en ambos lugares. En realidad, el sonoblog no cambiará mucho, pero sí se librará de cualquier arrebato literario extremo, por parte de su autor.

¿Por qué titulé así este envío? Por nada. Me descubrí con una idea / titular pasando por mi cabeza, que definitivamente no quería dentro de mí. Lo he puesto fuera... no sé que es, no sé para qué sirve. Sé bien a qué se refiere pero no lo quiero. No quiero mounstros dentro de mí y qué mejor que éste, el último envío ultra-privado-pseudo-literario del sonoblog, para exorcizarlos.