Ministra de cultura en España y una petición incomprensible.

No cabe duda que en todas partes se cuecen habas.

El diario La Vanguardia ha publicado este artículo sobre la incomprensible declaración de Carmen Calvo, ministra de Cultura en España donde expresa, según se entiende, que a la visita de "ese pobre hombre" Bill Gates al país para recibir el Premio Príncipe de Asturias ella tendrá la siguiente requisición: "le pediré el dominio de la Ñ en la red"...

Triste discurso improvisado, constata por lo menos los limitados conocimientos que la ministra tiene sobre "ese pobre hombre" Bill Gates, y sobre el significado de "la Red". Existe la posibilidad que el problema provenga de alguna posible deficiencia en la redacción de la nota.

Haciendo una divergencia para el caso mexicano, me parece más eficiente que una figura pública reconozca la necesidad de asesoría sobre ciertos temas. Ejemplos mexicanos son muchos: López Obrador que, en reconocimiento a las miles de cosas que desconoce, solicita apoyo públicamente en la plaza de la constitución de aquellos que sepan de Internet; o ya bien, Emilio Saldaña, uno de los personajes más capaces en el gobierno mexicano, que constantemente reitera la necesidad de conexión y participación de la comunidad para los temas de tecnologías y su conexión con el Sistema de Internet de la Presidencia.

Mala suerte que este tipo de problemas en la comunicación pública, sucedan entre funcionarios que competen de algún modo al ramo de la promoción cultural, las artes, o el desarrollo comunitario. ¿Por qué le toca tan a menudo a nuestra comunidad?

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